EL ASMA Y LOS DEPORTES

Instituto Excursionistas del DEPORTE.

Publicaciones. Deportología y Medicina Deportiva.

Se puede perfectamente practicar deportes siendo asmático.

Por supuesto que siempre primero, antes de comenzar con cualquier actividad, hay que consultar con el médico.

El Asma que se pueda llegar a inducir por el ejercicio tiene particularidades que la diferencian del Asma bronquial alérgica. El ejercicio aumenta la cantidad de aire que ingresa y se exhala por la boca, y en el caso de respirar aire frío, es posible que las vías respiratorias se enfríen y se sequen. Cuando esto ocurre, el sistema respiratorio puede irritarse y desencadenar síntomas del Asma. Además, este tipo de respiración aumenta la posibilidad de respirar alérgenos del aire.

Es probable que las personas que padecen Asma inducida por la práctica de actividades físicas no padezcan Asma provocada por alergias. Si este es el caso, sólo hay que utilizar la medicación cuando se realiza la actividad. En el caso inverso, la mayoría de los pacientes que sufren Asma bronquial alérgica, también manifiestan síntomas al practicar ejercicios.

Existen varias maneras para evitar o disminuir los riesgos de crisis en los pacientes con Asma inducida por ejercicio. Para ello deben tomarse ciertas precauciones:

1. Realizar una buena entrada en calor. Antes de comenzar la actividad, los ejercicios de estiramiento y relajación ayudan a aliviar la presión en el pecho.
2. Respirar por la nariz. Esto, durante el ejercicio, ayuda a calentar el aire ingresado a los pulmones. En caso de necesitarlo, respirar también por la boca, pero mantenerla lo más fruncida posible para evitar al máximo la entrada de aire fresco.
3. El médico puede recetar alguna medicación. Tanto para inhalar antes como después de hacer deporte. La medicación para el Asma inducida, es la misma que se utiliza para cualquier otra situación, aunque puede ser que se necesite modificar dosis o momento de aplicación.
4. Es preferible evitar el ejercicio al aire libre cuando hace mucho frío. Y también cuando hay mucho polvo o polen en el aire.
5. En primavera y en casos con mucho polen ambiente, puede resultar útil el uso de mascarilla.
6. Conviene evitar el ejercicio si se cursa con alguna enfermedad viral o gripe.
7. En general, no es conveniente practicar deportes de invierno, tal como el esquí.
8. No recorrer grandes distancias sin llevar medicación aliviadora. El hecho de hacer algún ejercicio de fondo, como running de largas distancias, puede suponer una mayor posibilidad de aparición de Asma inducida, debido al esfuerzo prolongado.

Los mejores deportes

El mejor deporte para los asmáticos sin duda es la natación: esta permite tonificar los músculos del pecho y la espalda, y genera una buena disciplina respiratoria. Esto no quiere decir que sea el único o que no puedan practicarse otros deportes: lo que hay que tener en cuenta es que hay que evitar el frío intenso y que son preferibles los deportes cíclicos, que promueven una respiración armónica y constante, sin cambios extremos.

También son recomendables el aerobismo o running de media distancia o medio fondo, la gimnasia, el golf y el yoga, que ayuda mucho en la mejora del Asma, por sus ejercicios de relajación y autocontrol, dos características fundamentales para manejar crisis o la aparición de síntomas asmáticos.

Y por supuesto, con medicación adecuada y control médico, también pueden practicarse fútbol, rugby, hockey y en general cualquier deporte que nos guste: recordar que los mayores limitantes son siempre el polen (ambientes contaminados o con alérgenos) y el frío extremo.